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Carrito

“La epigenética va a transformar la medicina y la salud pública. Se va a generar otro tipo de medicina, los profesionales médicos van a ser mucho más holísticos, más integrativos. Vamos a ser mucho más precisos y cada individuo va a poder monitorearse a sí mismo desde su propia casa con pruebas muy sencillas.”

El Doctor Rafael Guerrero-Preston es experto en epigenética, estudia el efecto ambiental sobre la expresión de los genes. Actualmente ejerce como profesor asistente en el Departamento de Otorrinolaringología, dentro de la División de Investigación del Cáncer, en la Escuela de Medicina Johns Hopkins en EEUU. En su visita a Chile, la primera semana de abril, concedió una entrevista al blog Ser Saludable, Tiene su Ciencia de News cience.

¿Dr. Guerrero-Preston, qué es la epigenética?

Es el estudio de cómo se afectan los genes, cómo los genes prenden o apagan de acuerdo a cambios en el genoma que no tienen que ver con cambios en la secuencia de base del genoma. Estos cambios que modifican la expresión de los genes están muy relacionados a los factores ambientales a los que estamos expuestos desde que estamos en el útero. La dieta y los estilos de vida influye mucho en todo esto.

Un estilo de vida saludable y el ejercicio derivan en un funcionamiento de unos genes que producen bienestar, nos mantienen en un estado placentero, nos reportan vitalidad. Todo eso está regulado por moléculas, hormonas, neurotransmisores, mensajes químicos que tiene el cuerpo y que funcionan de una forma muy orquestada como un gran concierto molecular. Éste último es el que estamos empezando a entender cómo funciona a través del epigenoma.

¿Cómo podemos variar la expresión de nuestros genes con la dieta?

Si comemos comida chatarra sabemos que no nos va a ir bien. Pero lo que sucede es que este tipo de comida es muy apetecible. ¿Por qué? Porque expertos en fisiología se han dedicado a estudiar la combinación de sabores que estimulan nuestras papilas gustativas de una manera tal que nos producen una sensación de satisfacción. Esto nos lleva a querer consumir más esa combinación de sabores, independientemente de si nos reportan nutrientes o no.

Tenemos una relación dependiente entre las papilas gustativas, los neurotransmisores, que cuando se activan, segregan y nos hacen percibir un estado de satisfacción. Incluso han podido incluir compuestos que nos hacen querer seguir consumiendo este tipo de productos. Pero, a la larga esa comida desde el punto de vista bioquímico, de salud de las células, de diferentes partes del cuerpo, no nos está alimentando, en realidad nos está desgastando.

Así que, mientras que mentalmente tenemos una sensación de satisfacción, de repente empezamos a estar más gordos, no podemos caminar mucho, nos acostamos tarde y no dormimos bien, nos sentimos de mal humor. Todo ese ciclo está procesado por cambios moleculares, en los genes. Cambios que estamos empezando a medir a través del epigenoma.

Sin embargo, si  comemos comida saludable, vamos a estar alimentándonos y además vamos a sentirnos bien, pero de otra manera no porque los alimentos estén estimulando una combinación de papilas gustativas que nos hacen sentir bien y no nos alimentan como es el caso de la comida basura.

Muchas personas asumen que como sus familiares –padre, madre, abuelos- padecen o han padecido una enfermedad es hereditaria y por tanto, ellos también la desarrollarán. ¿Pero, podemos hacer algo con nuestros hábitos para modificar esto?

En realidad ahí estamos hablando de genética. La epigenética y la genética, aunque trabajan al unísono tienen un mecanismo diferente. Cuando hablamos de enfermedades de nuestros familiares pueden tener una carga genética. Esto significa que tenemos una predisposición genética porque hay una secuencia de base en el genoma que codifica para ciertas proteínas que desembocan en esa condición. Pero, también es cierto que ahora estamos empezando a entender que hay una relación directa entre el epigenoma y esos cambios puntuales en diferentes partes del genoma. Justo ahora estamos encontrando esas evidencias.

Pero, ahora sí podemos modificar esa predisposición genética, todavía no sabemos cómo hacerlo a nivel molecular, pero podemos hacerlo introduciendo cambios en nuestro estilo de vida: modificando la dieta, realizando ejercicio, incorporando patrones de descanso…

Aunque, también es cierto que a veces estas enfermedades que pensamos que son hereditarias porque las padecen nuestros familiares, en realidad nunca hemos hecho un prueba genética para comprobarlo. Por tanto, quizá no sean hereditarias en el sentido clásico de que se heredan porque son cambios genéticos, son hereditarias porque heredamos los estilos de vida que conducen a esa condición o enfermedad. Por ejemplo, familias que tienen un alto consumo glicémico, comen muchas harinas refinadas, muchos dulces, refrescos… Pues, quizá si la abuela y la mamá lo hizo y los hijos lo están haciendo, haya una predisposición a la diabetes tipo 2 o a la obesidad en esa familia. Pero, en realidad no está relacionada a unos patrones genéticos o unos cambios en la secuencia de base, sino que son epigenéticos, asociados a la dieta. Si tú cambias la dieta puedes modificar estos factores.

¿Cómo se aplica la epigenética en la salud, en su prevención y promoción?

Por ejemplo, la Escuela de Medicina Johns Hopkins, en la que trabajo, ahora está ofreciendo a sus empleados un programa que se llama Innergy, para personas obesas. Es un programa que tiene una duración de dos años. Utilizamos un personal coach, una persona a la que se puede acceder a través de Internet, hay también oportunidad de hacer trabajo en grupo y cuenta con apps para el teléfono y la computadora para ayudar a disminuir de peso. Si reduces peso, disminuyes el riesgo a contraer diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares…

Este es un tipo de programa que no solo lo está llevando a cabo Hopkins, sino también otras muchas empresas en EEUU y van a ser más las empresas que lo hagan porque les va a abaratar los costos de los seguros de salud y van a conseguir mejorar el estado de ánimo de los empleados, no se ausentan tanto y aumenta la productividad.

Entonces, la epigenética aún no sabemos cómo interactúa dentro de ese proceso. En  la medida que entendamos mejor la epigenética, en los cambios de los estilos de vida, entonces podremos diseñar estrategias personalizadas. Una vez que estén funcionando estos programas, vamos a poder utilizar marcadores moleculares para estratificar o identificar lo que mejor funciona para cada persona. A través de eso, cada individuo va a poder monitorear su cambio saludable y medir mucho más puntualmente su estado de salud. Lo que nosotros queremos ver en un futuro es poner en marcha pruebas muy económicas, que cada persona pueda hacerse regularmente en su casa: una prueba de saliva, de orina y monitorear así cómo se está sintiendo.

¿Cómo trabajan la epigenética y los nutracéuticos?

Los nutracéuticos son compuestos fitoquímicos, son compuestos que están diseñados para mejorar el funcionamiento celular. Estos marcadores de los que hablábamos antes, son marcadores de expresión de los genes que ocurren en el núcleo de la célula. Además todas las células tienen la misma secuencia de genes, pero la célula del corazón es diferente a la del riñón, a la del músculo. Lo que diferencia una célula de otra son estas marcas epigenéticas porque esas son las que prenden y apagan los genes que hacen que la célula madre se diferencie, se exprese como una célula del corazón, del riñón, de los músculos. Estas células se siguen reproduciendo periódicamente y la célula hija tiene el mismo genoma y el mismo epigenoma de la célula madre, a menos que ocurra un daño en esa división celular.

Para que esta división y esos procesos celulares ocurran de la forma más saludable posible es importante tener todos los nutrientes y que todas las células tengan acceso a todos los nutrientes y los nutracéuticos son una parte esencial para eso. Porque, como estamos expuestos a tanta contaminación ambiental causa mucha oxidación y por eso es importante consumir antioxidantes, porque esa oxidación interviene mucho con la replicación del DNA. Cuando se divide la célula es importante tener antioxidantes que impidan que al dividirse, la copia del DNA, de la madre a la hija sea atacada por esos contaminantes a los que estamos expuestos. Los nutracéuticos nos protegen de todo esto y de esa manera inciden también sobre una salud celular.

¿En qué punto está la epigenética y hacía dónde camina, cuál es el futuro?

La mayoría de los artículos que se han publicado de epigenética son el área del cáncer. Estamos empezando a aceptar que el cáncer es no una enfermedad genética, sino epigenética. Muchos somos los que creemos que el cáncer es una enfermedad epigenética, pero los médicos de la medicina tradicional ni los científicos aún no están ahí.

Algunos de nosotros estamos mirando la epigenética en otras enfermedades crónicas, en el desarrollo normal de los individuos. Hay estudios que se están realizando en Europa y EEUU y que van a arrojar luz sobre los metilomas de diferentes culturas y de diferentes subgrupos poblacionales.

Cuando sepamos más de epigenética va a cambiar nuestra concepción de lo que es salud y enfermedad, va a cambiar la forma en la que se practica la medicina y va a cambiar la forma en la que practicamos la salud pública. Porque vamos a ser mucho más precisos en la forma en la que administramos los químicos, en la forma que desarrollamos políticas públicas de salud, podremos monitorearnos nosotros mismos. Por ejemplo, con una dieta antiinflamatoria y dependiendo de tu perfil genómico y epigenómico vas a saber que alimentos de esa dieta son más específicos para ti. De esa manera en  un futuro vamos a poder monitorear más los cambios en nuestro estilo de vida.

¿Podemos decir entonces que la epigenética es el libro interior de cada uno para entender qué es lo beneficioso para nuestro organismo?

Cierto, es un libro sí, las futuras generaciones dirían que es un app, donde pueden leer e interpretar qué es lo beneficioso y que cosas no lo son, estilos de vida, alimentación…

La epigenética, en definitiva, va a transformar la medicina, la salud pública, se va a generar otro tipo de medicina, los profesionales médicos van a ser mucho más holísticos, más integrativos.

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