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Carrito

Texto: Dan Childs es el editor jefe de la Unidad Médica de ABC News.

No es ningún secreto que nuestros amigos influyen en nuestro gusto por la música y la ropa, pero un creciente cuerpo de investigación sugiere que sus palabras y acciones pueden prevalecer también por encima de nuestro peso.

En el libro, «Thinfluence:» Yo y mis coautores, el Dr. Walter Willett y el Dr. Malissa Wood, exploramos los estudios que hacen esta conexión. Y lo que encontramos sobre las formas en que nuestros amigos podrían estar afectando a nuestros comportamientos relacionados con el peso podría sorprendernos.

1. Tener amigos que están en un peso saludable (o insalubre). La investigación muestra que tener un amigo cercano obeso aumenta las posibilidades de ser obesos en un 57 por ciento. Pero los investigadores Dr. Nicholas Christakis y James Fowler encontraron además que si los amigos de tus amigos son obesos, te enfrentas a un 20 por ciento más de riesgo de ser obeso.

En total, esta influencia se extiende hasta tres grados. La razón de esto es un concepto conocido como contagio social: la idea de que los hábitos y comportamientos pueden propagarse de persona a persona dentro de las redes de amigos y conocidos. La buena noticia es que los investigadores creen que no sólo los hábitos poco saludables se propagan de persona a persona, sino también los hábitos saludables como el ejercicio y comer mejor.

2. Celebraciones en la oficina. Si los amigos en el trabajo llevan regularmente pasteles, galletas y otras golosinas a trabajar para celebrar los cumpleaños (la oficina puede tener incluso un escritorio o una encimera como el «espacio de la torta» designado), es fácil ganar centímetros en nuestra cintura. Por ejemplo, si trabajamos en una oficina con 11 compañeros de trabajo, eso es al menos una ocasión «especial» por mes, que podría ser una verdadera bomba de calorías si no tenemos cuidado. Afortunadamente, un simple cambio en la política de la oficina promoviendo celebraciones más saludables podrá evitar esta ganancia de peso.

3. Ser más rápido (o más lento) con el tenedor de lo que eres. ¿Cuántos bocados tomas en un minuto? Es una pregunta que probablemente nunca nos hemos hecho. Los investigadores han estudiado realmente la rapidez con pares de personas que están disfrutando de almorzar juntos. Y lo que encontraron fue que tendemos a «sincronizar» con nuestros amigos la velocidad con la que comemos.  De este modo, si comemos habitualmente con alguien que come demasiado rápido, lo más probable es que también lo hagamos.

4. Los encuentros en casa con amigos también influyen en nuestro sobrepeso. Si habitualmente hacemos reuniones en casa, es posible que sirvamos picoteo poco saludable. Según, los investigadores este tipo de encuentros, las personas que sienten la necesidad de complacer a los demás son mucho más propensas a aceptar aperitivos y bebidas si se los ofrecen, incluso si en realidad no tienen ganas de consumirlos.

5. Compartir metas con un amigo puede ayudar a controlar nuestro peso. Si estamos tratando de controlar nuestro peso, quizá una de las mejores cosas que podemos hacer es encontrar un amigo que comparta nuestros objetivos. Un creciente cuerpo de investigación apunta a la forma de contagio social puede servir de base para la transmisión de hábitos de vida saludables. Cuanto más tiempo invirtamos en reforzar los esfuerzos de los demás, ya sea en la mesa de un restaurante o en una ruta de senderismo, mayor será la posibilidad de que los dos podamos lograr nuestras metas.

Ese es el corazón de la «Thinfluence», y podría ser la clave para un mejor peso y una vida saludable.

Artículo traducido:

http://abcnews.go.com/blogs/health/2014/06/02/5-surprising-ways-your-friends-are-influencing-your-weight/

 

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