La memoria adulta
La pérdida de memoria -o memoria episódica- en la adultez puede ser causada por varios factores, incluyendo el envejecimiento normal, el estrés, la falta de sueño, enfermedades médicas, trastornos psicológicos, el consumo de drogas o alcohol, entre otros. A medida que envejecemos, es común experimentar ciertos cambios en la memoria, como la capacidad para recordar nombres o fechas específicas, sin embargo, estos cambios no siempre indican un problema de salud.
DHA y memoria
La memoria episódica o de eventos experimentados por un individuo disminuye a lo largo de la vida y es parte del envejecimiento. Los adultos mayores están preocupados por la pérdida de memoria, incluso más que por la salud cardiovascular o la actividad física.
El DHA, es un ácido graso Omega-3 que constituye una parte integral del cerebro, siendo relevante en su estructura y función. En este contexto, en la primera etapa de la vida, existe una altísima demanda por DHA pues participa en el desarrollo del cerebro y la visión. En este marco, surge la pregunta:
¿Por qué es importante mantener la ingesta de DHA en la vida adulta?
Los últimos años, varios estudios han abordado los efectos del DHA en adultos que presentan, o no, algún problema de memoria. Los resultados de estos estudios concuerdan que un mayor índice de DHA tiene un impacto favorable a nivel cognitivo, mostrando beneficios en las pruebas de razonamiento, flexibilidad mental y velocidad de procesamiento de la información.
Resulta importante destacar que, en adultos que reportan pérdida de memoria episódica leve, la suplementación con DHA sólo, o asociado a EPA, tuvo un impacto favorable. En cuanto al aporte de Omega-3, los análisis mostraron que la ingesta de 580mg de DHA/día o 1000mg de EPA+DHA/día, mejoran significativamente la memoria.
En suma, el funcionamiento cognitivo apropiado es un factor de alto valor en la calidad de vida de las personas. Al día de hoy, se conoce que ciertos nutrientes son importantes para la función cerebral y sus procesos cognitivos. La evidencia, destaca que los ácidos grasos omega-3, son vitales durante el desarrollo temprano del cerebro, así como durante la vida adulta para evitar el deterioro cognitivo y la pérdida de memoria.
Referencias:
PLoS ONE 2015; 10(3): e0120391
The Journal of Nutrition 2010;140(4):848-53