Crujiente e irresistible. La marraqueta es una tentación difícil de resistir, sobre todo cuando viene acompañado de una taza de café en la mañana. No por nada el 70% de chilenos la eligen por sobre otros tipos de pan, según la Federación Chilena de Industriales Panaderos (Fechipan). En torno a ella hay varios mitos que es necesario aclarar.
Como todo, en su justa medida, la marraqueta no implica efectos sobre el peso corporal. Bien combinada no afecta a una dieta saludable. Dicho de otro modo, el pan no engordo, lo que hace subir de peso es la cantidad, el tipo y lo que se agrega al pan como acompañamiento. Dentro de los beneficios que tiene la marraqueta se puede mencionar que no contiene colesterol, es baja en grasa total, no contiene grasas saturadas, es baja en carbohidratos y en azúcares.
En cuanto a la cantidad hay que aclarar que una unidad de marraqueta son dos de los cuatro cuartos en los que se divide, y cada unidad sin miga tiene 200 k/cal y con miga se eleva a 280 k/cal. En base a eso lo sugerido es consumir una unidad en adultos mayores, una unidad en mujeres adultos, dos unidades en hombres adultos y media marraqueta los niños de hasta 2 años.
Dentro de los acompañamientos con los cuales consumir la marraqueta está el quesillo, ricotta, huevo revuelto sin aceite, mermelada sin azúcar, jamón de pavo o palta. Y en relación a lo que no se aconsejable comer junto con la marraqueta está el paté, jamón de cerdo, manjar, mantequilla y embutidos como tocino o salame. Y, aunque no lo creas, una mezcla para nada recomendada es jamón de pavo, mantequilla y queso.